Cuando se presentó la película Priscilla en el Festival de Venecia el 4 de septiembre, Priscilla Presley (Nueva York, 78 años), además de protagonista de la trama, basada en las memorias escritas por la actriz en 1985, empezó a serlo de titulares. Las primeras lágrimas y confesiones llegaron el mismo día del estreno, en Venecia, después de que se proyectara el biopic dirigido por Sofia Coppola protagonizado por Jacob Elordi y Cailee Spaeny, que cuenta la turbulenta historia de amor de su matrimonio con Elvis. “Sí, yo le dejé, pero no fue porque no le amara, fue el amor de mi vida, sino que rompimos porque su estilo de vida era muy diferente al mío y creo que eso lo puede entender cualquier mujer. Aun así, seguimos estando muy cerca”, afirmó emocionada quien fue la esposa del rey del rock de 1967 a 1973. “Nunca nos abandonamos el uno al otro. Solo quería dejar eso claro. Gracias”, zanjó.
Desde entonces, Priscilla ha concedido algunas entrevistas en las que se ha abierto en canal. No solo sobre su pasado con el cantante, como en las memorias que han dado vida a la película. Ha hablado también sobre su vida después de él, sobre su familia y sobre cómo ha enfrentado las desgracias que le han sobrevenido recientemente. “Ha sido insoportable. He perdido a mi madre, a mi nieto y a mi hija”, confesaba el 2 de noviembre a Piers Morgan en una entrevista para la televisión británica. Su hija, Lisa Marie Presley, falleció el pasado 12 de enero de una obstrucción intestinal causada por una operación previa de reducción de estómago y Priscilla no había hablado de ello en televisión hasta ahora. Según reveló, Lisa Marie nunca se recuperó del golpe de perder a su hijo, Benjamin Storm Keough, que se suicidó en 2020 a los 27 años: “Perder a Ben fue lo más duro para ella. Era el amor de su vida, le adoraba. Habría hecho cualquier cosa por él. (...) Estábamos en Memphis, sentadas en la suite, y ella me dijo que no sabía si quería seguir viva. Me contó cómo seguía atravesando el duelo”.
Durante su encuentro con el periodista británico, la actriz, que también perdió a su madre, Anna Lillian Iversen, el 2 de agosto de 2021, contó cómo fueron sus últimos momentos con su hija y admitió que ella ya notaba “que algo no iba bien”. El 10 de enero, solo dos días antes de su muerte, ambas acudieron juntas a la ceremonia de los Globos de Oro en Hollywood. “Acabábamos de llegar y en las escaleras me tropecé un poco porque llevaba unos tacones altísimos. Nos empezamos a reír muy fuerte y ni habíamos bebido todavía. Me dijo: ‘Dios mío, mamá, no puedes ni siquiera beber’. Fue divertido, es un recuerdo divertido”, relató. “Cuando nos sentamos y pedimos las bebidas me dijo: ‘Mamá, tengo que irme, me duele mucho el estómago’. Le dije: ‘Claro, ¿estás bien?’, y ella me contestó: ‘Sí, sí, tengo que irme’. Entonces la abracé, ella siguió su camino y yo el mío, y ese fue el último abrazo que le di”, siguió su desgarradora confesión.
Dos días después, Priscilla recibió la llamada del exmarido de Lisa Marie, Danny Keough: “Me metí en el coche, pero ya había fallecido. Aún no puedo creerlo. No le deseo esto a ninguna madre. Es todavía un shock que no esté con nosotros”. La muerte de su única hija fruto del matrimonio con Elvis desató un polémico proceso de finalización de la herencia. Priscilla impugnó el testamento porque dejó de ser la gestora de la fortuna de su primogénita tras el cambio realizado en los documentos en 2016, dejándola en manos de sus nietos Benjamin y Riley, algo de lo que no tuvo conocimiento hasta la muerte de la cantante. Tras meses de desencuentros con Riley, los abogados de ambas partes llegaron a un acuerdo en junio de este año. Riley accedió a darle a su abuela un pago único de un millón de dólares (unos 930.000 euros) para convertirse en la única fideicomisaria del patrimonio de Lisa Marie, y le pagaría otros 400.000 dólares para cubrir sus honorarios legales. En la entrevista, la viuda de Elvis comentó que está feliz de ver a su nieta supervisar el legado familiar en el futuro. “La quiero. Siempre nos hemos llevado bien. Hemos intentado resolver el testamento, como se hace normalmente, pero Riley y yo siempre hemos estado muy unidas”, dijo quitando hierro al asunto.
El pasado viernes, Priscilla volvió a sincerarse. Esta vez fue durante un evento de preguntas y respuestas en el South Point Casino en Las Vegas, donde confirmó el rumor de que prometió no volver a casarse mientras Elvis estuviera vivo. “Simplemente, no creo que él pudiera manejar eso”, aseguró sobre el desaparecido icono de la música rock. Murió de un ataque al corazón en 1977, solo cuatro años después de que se separaran, pero la actriz sigue mantenido esa promesa casi cuatro décadas después. “Para ser honesta, nunca quise casarme después de él. Nunca tuve ningún deseo. Nadie podría igualarlo”, admitió. Tuvo una relación de más de dos décadas con el productor Marco Garibaldi ―con quien tiene un hijo en común, Navarone, de 36 años y líder de la banda Them Guns―, pero nunca llegaron a contraer matrimonio.
Durante el encuentro, también explicó los motivos por los que Elvis y ella habían decidido no tener más hijos después de Lisa Marie. “Elvis sentía que tenía una agenda muy ocupada y tenía un poco de culpa por no estar más cuando Lisa era más joven. Con su agenda y sus giras, sentía que no estaba lo suficientemente cerca como para prestar mucha atención a tener otro hijo”, contestó a la audiencia.
La pareja se conoció en una fiesta en Alemania Occidental en 1959, cuando ella tenía 14 años y él 24. “Entraba en la habitación y era como, ‘Guau”, explicó en la charla con Morgan sobre su cautivadora presencia. Su agitado romance ha llegado en noviembre a la gran pantalla en Estados Unidos y lo hará próximamente en España, pero nunca contó con el beneplácito de la hija de ambos. Antes de morir, Lisa Marie escribió a Sofia Coppola narrándole su rechazo hacia la película, según recoge Variety. “Mi padre solo aparece como un depredador y un manipulador. Como su hija, no veo representado a mi padre en el guion (...) Tendré que decir lo que siento por la película e ir contra ti y mi madre públicamente”, escribió en uno de sus mensajes a la oscarizada directora en septiembre del año pasado.
Coppola respondió que esperaba que se sintiera de “otra forma” al ver el resultado final porque estaba tratando de “honrar” a su familia. Al final, Lisa Marie no pudo verlo. Pero su madre sí, en Venecia, lo hizo junto a la actriz que la interpreta, Cailee Spaeny, a quien meterse en la piel de Priscilla le valió la Copa Volpi a mejor actriz. Aun así, el mayor reconocimiento lo recibió de su acompañante, según contó la joven actriz en una entrevista con S Moda: “Cuando acabó, se giró y me dijo: ‘Qué gran actuación. He visto mi vida a través de ti’. Lloré. Fue increíble”. El pasado viernes, Priscilla también se pronunció al respecto. Confesó que al principio estaba “muy preocupada” por la película, pero ahora cree que “está bien”. Su opinión sobre Coppola es clara: “Ella tiene un gran corazón y realmente conectó conmigo. No tengo ningún problema con lo que hizo”.